El Monumento Nacional de Guayabo fue establecido para proteger uno de los lugares arqueológicos más grandes e importantes de Costa Rica. Está en la región de Santa Teresita, Turrialba en Cartago, aproximadamente a 85 kilómetros de San José. Tiene una extensión de 2.179 hectáreas, que protege los altos bosques premontanos pluviales siempreverdes, y las estructuras arqueológicas como caminos, montículos, puentes, tanques de agua de reclutamiento, acueductos y más. En forma administrativa, pertenece al Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sistema Nacional de Áreas de Conservación) y al Departamento de Ambiente y Energía (Ministerio de Ambiente y Energía). Este lugar fue declarado Monumento Nacional en 1973. Posteriormente, en 2009, el Monumento Nacional Guayabo fue declarado Patrimonio Mundial de la Ingeniería, gracias a la Sociedad Americana de Ingeniería Civil.
HISTORIA
Existen algunas teorías sobre el origen de la construcción y la población de Guayabo. Cada una de estas teorías coinciden en que este lugar fue habitado entre el año 1000 a.C. y 1400 a.C. y se ha estimado que había pueblos cercanos que albergaban alrededor de 2000 a 10,000 personas. Hay pruebas de que su pico de crecimiento fue entre 1200 y 700 a.C. Gracias a la composición geográfica de Costa Rica, en las costas atlánticas y el Valle Central, se cree que tuvo mucho poder y privilegios en la época precolombina. Se dice que la ciudad precolombina estuvo habitada por gente que destacó en diferentes áreas, encabezada por un cacique o cacique que practicaba la guía política y religiosa en la región. Actualmente, se desconoce el motivo del abandono de la ciudad, pero la hipótesis de esquema aceptada menciona enfermedad, guerra y conflicto interno. La ubicación geográfica de Costa Rica jugó un papel muy importante como área de encuentro entre culturas precolombinas. Los arqueólogos creen que Costa Rica reunió influencias de América del Norte como América del Sur, pero no existe evidencia específica que determine la influencia de culturas importantes.
Esta ciudad contiene montículos, caminos, tumbas, construcciones hidráulicas, petroglifos y puentes que nos muestran la ingeniería civil avanzada, la arquitectura y la planificación urbana. Fue descubierto por primera vez a principios del siglo XIX cuando se produjeron las primeras plantaciones de café. En 1882, las primeras excavaciones fueron realizadas por Carlos Aguilar, el responsable de la Universidad de Costa Rica, y se estableció un programa de estudio e investigación constante del sitio.
Es evidente ver las facultades de esta civilización, como la manipulación del agua junto con acueductos hechos con alta tecnología, que en la actualidad continúan funcionando; el transporte de piedras gigantes, la construcción del tipo de camino de macadán (la piedra se rompió en pedazos uniformes y se compactaron en capas para formar caminos y senderos. Se pegaron con alquitrán).
En la parte central del monumento existen diferentes montículos o cimientos de piedra, que generalmente presentan una base circular con diferentes tamaños que pueden variar de 0,5 a 4,5 metros de altura con un diámetro que varía de 10 a 30 metros.
Los caminos están hechos con diferentes formas de construcción de piedra, utilizados como caminos de tránsito y parte del sistema de drenaje. Algunos caminos aún existen, y se extienden en diferentes direcciones sobre el área excavada, con kilómetros de longitud y algunos tienen escaleras que funcionan para superar pendientes.
Los acueductos se construyen tanto cerrados como abiertos para llevar agua hasta los lugares que lo requieran. Los tanques de agua de reclutamiento están formados por piedras de forma rectangular que solían ahorrar agua traída de los acueductos.
Las tumbas se encuentran en diferentes partes del sitio. Están construidos con cantos rodados y losas, y se les llama “tumbas de cajón”. Fueron saqueados por huaqueros (ladrones de tumbas) en algún momento del pasado, antes de que fueran encontrados por los arqueólogos. En cuanto al aspecto artístico, los petroglifos o grabados en piedra, son los más importantes. Se encuentran en todo el sitio, pero algunos de ellos no han sido descifrados. Existe un gran monolito con animales característicos de Costa Rica, como el jaguar y las lagartijas.
VEGETACIÓN QUE RODEA EL PARQUE NACIONAL
La vegetación que rodea este sitio arqueológico es característica de los bosques pluviales premontanos siempreverdes, construidos por un follaje verde y denso. Las especies que se pueden encontrar son: magnolia, androsace, higueron, cedro y muchas plantas epifitas como bromelias y orquídeas.
Aves que se pueden encontrar: oropéndola de cabeza castaña (un tipo de tucán), pájaro trogon, pájaros carpinteros, pájaros motmot, arrendajo pardo, petirrojo de color arcilla (símbolo nacional del pájaro costarricense) y el pájaro chachalaca. Puedes encontrar muchos mamíferos como el armadillo, conejos, coyote, perezosos, tyra o tolomuco (llamado en Costa Rica), ardillas y coatíes. Además, puedes encontrar muchos insectos y reptiles como serpientes, ranas y lagartijas.
TURISMO EN EL PARQUE NACIONAL GUAYABO
Con el paso del tiempo se incrementó la actividad turística en Costa Rica, así como nacionales y extranjeros. Para los amantes de la arqueología, se sienten atraídos por el misterio que encierra el sitio. Las excavaciones e investigaciones están a cargo del Departamento de Medio Ambiente y el Museo Nacional de Costa Rica, las mejores universidades costarricenses y universidades extranjeras que brindan apoyo y están interesadas en las excavaciones. Algunos estudios han cobrado interés, principalmente cuando se vinculan con Guayabo y el intercambio cultural con casi toda la América precolombina. En Costa Rica, la arqueología ha encontrado objetos artísticos con influencia de la cultura maya (Guatemala), olmecas y aztecas, así como chibchas de Colombia, quechuas e incas de Perú. Otros investigadores van con la idea de que Guayabo es un centro energético y de poder con características muy especiales. Por la curiosidad y el misterio que lo encierra Guayabo y el hecho de que fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la Ingeniería, se concibe como un lugar muy atractivo para que los turistas lo conozcan.
Gracias a la creciente demanda de servicios, la administración Guayabo, que es administrada por el Área de Conservación de la Cordillera Volcánica Central, está introduciendo nueva infraestructura que permitirá que el ecoturismo se oriente a la educación ambiental, arqueológica y patrimonial, permitiendo al turista sentirse más cómodo y al mismo tiempo reducir el impacto ambiental y arqueológico. Se busca mejorar la accesibilidad universal, miradores, lugares de descanso, un lugar para recibir visitantes, más servicios, aulas para capacitación, recepción, más senderos y más. Muchas de las nuevas estructuras y procesos de construcción han sido supervisados por arquitectos ambientales que ya han estado involucrados con otros Parques Nacionales y Áreas Protegidas.
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